UNO DE LOS GRANDES DESAFÍOS A LOS QUE LOS PAÍSES Y SUS GRANDES CIUDADES SE ENFRENTAN ACTUALMENTE, ES AL DESARROLLO Y CONSTRUCCIÓN SUSTENTABLE DE NUEVOS ESPACIOS EN LOS QUE LOS CIUDADANOS PUEDAN VIVIR DE FORMA CONFORTABLE.
Más de la mitad de la población vive ya en áreas urbanas y durante los siguientes años este número seguirá aumentado, por lo que la arquitectura, el diseño y las políticas públicas deben ir de la mano con el fin de conseguir que las ciudades en constante crecimiento brinden a sus pobladores la oportunidad de vivir en viviendas con los requerimientos necesarios para mejorar su calidad de vida en todos los sentidos.
Los principios de la arquitectura sostenible se basan principalmente en cuatro rubros: sistemas pasivos, eficiencia energética / consumo de agua y producción.
Sistemas pasivos: es todo aquello que se pueda hacer en un edificio, que no necesariamente consume energía. Por ejemplo: colocar aislamiento en los muros, contar con ventanas eficientes, tener aleros que protejan del sol o que aprovechan mejor las características del clima, por mencionar algunos.
Eficiencia energética / eficiencia en el consumo de agua: se basa en utilizar productos que sean efectivos y que traigan ahorros, como muebles sanitarios que consuman menos agua, iluminación led o sistemas de aire acondicionado eficientes.
Producción: se refiere a producir energía en sitio con fuentes renovables o a reciclar el agua en sitio; por ejemplo: con plantas de tratamiento de aguas negras o aguas grises, buscando priorizar lo pasivo, ya que puede aumentar la rentabilidad del proyecto.
En México ya se están modificando las políticas públicas para cumplir estos objetivos y ahora es necesario seguir rompiendo las barreras que detienen su desarrollo hacia un país sustentable.
Beneficios al realizar proyectos sustentables
Desarrollar de manera sostenible permite no afectar al medioambiente y a las futuras generaciones, sin dejar de ser espacios confortables para aquellos que habiten los edificios en el presente; los beneficios abarcan aspectos ecológicos, sociales y económicos.
Ecológica: se generan menos emisiones de gases de efecto invernadero, el consumo de agua es menor, por ende, se reduce el volumen de agua que se envía al drenaje, la contaminación reduce y por su puesto se consume menos energía.
Social: se busca incrementar la calidad de vida de las personas generando edificios y comunidades que brinden un mayor confort, oportunidades para incrementar el bienestar, y mejoran la calidad de aire, impactando positivamente a las personas.
Económico: los proyectos que son sostenibles terminan no solamente operando de una forma más efectiva, sino que también pueden identificar estrategias que reduzcan el costo capital de los sistemas que requiere el desarrollo.
Es importante resaltar que no porque selecciones un vidrio más caro por su eficiencia significa que el edificio costará más, probablemente vas a ahorrar lo que invertiste en la instalación de los sistemas de aire acondicionado, y luego en ahorros operativos a lo largo de la vida del edificio.
Un gran reto es crear conciencia en la industria de la construcción sobre los beneficios de realizar proyectos amigables con el medio ambiente; disminución de costos, reducción del impacto ambiental que las construcciones generan, entre otros.